rosa que hirió la aflicción
triste Madre dolorida
que miras, ya muerto a Dios!
A ti de lágrimas llena,
siempre unida a ti dolor
tu pueblo entero te consagra
rosa, a rosa, el corazón.
Este pueblo, que tu llanto
y tu angustia veneró,
hoy te corona y te canta
como reina de su amor,
ya que fueron los pecados
siete espadas de dolor,
las perlas de tu corona
lágrimas de pena son.
Dar las gracias a D. Francisco Serrano, capataz de nuestros costaleros, por su aportación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario