Otro año más pondremos un altar en el Altozano donde en el año de la misión diocesana queremos seguir el ejemplo de San Pedro.
El humilde pescador deja sus redes, su barca y con su vida a cuestas se pone a disposición de Jesús que lo mira a los ojos y lo invita a cumplir la misión de ser pescador de hombres.
El apóstol nos anima a seguir al
maestro que no busca ni a sabios ni a ricos , tan solo quiere que le
sigamos y junto a El crucemos el inmenso mar del AMOR.
Salgamos al encuentro de los hermanos en la barca de la paz y el bien.
Os esperamos a todos y que sea de vuestro agrado,